I Encuentro de Blogueros Senderistas de Aragón. Morata-Chodes-Ricla-La Almunia


Distancia: 18 km.


Altura máx: 450 m.


Altura min: 307 m.


Desnivel acumulado de subida: 458 m.


Tiempo : 5 h y 30´ (La primera parte se hace lenta con un grupo grande)


Tipo: Recorrido interpueblos. Morata-Chodes-Ricla-La Almunia


Dificultad: media (Paso complicado de “La sirga”)


Excursionistas: Senderos al Sol: Isabel, Conchi, Chema, Alberto Carlos y Goyo. Cenefos: Fernando, Juanjo y a última hora se apuntó José Antonio. La gasolina a medias: José Carlos, Iker, Javi, Tomás, Sara y Diego.


Con la sonrisa boba que produce el recuerdo de las anécdotas cercanas me siento a escribir la crónica del I encuentro de Blogueros Senderistas de Aragón, o como algunos ya empezaron a rebautizar en los postres de la comida, I encuentro de la “Peña la Sirga”.


Tras meses de ausencia en las diferentes actividades senderistas de “La gasolina a medias”, me toca a mi escribir la crónica del encuentro más importante y agradecido de nuestro recorrido como grupo senderista, pero sería injusto que tuviera que llevarlo a cabo José Carlos que, con tanta delicadeza, pasión y celo, ha cargado con el peso de la organización y preparativos del encuentro.


La andada no fue dura pero tampoco un paseo matinal. Quedamos todos los grupos (senderos al sol, cenefos y nosotros) a las 8:00 de la mañana en el Albergue de Morata donde el sueño del madrugón y la timidez propia de los que se acaban de conocer dibujaban un escenario algo lacónico.


Empezamos la marcha con los Cenefos a la cabeza, ya que ellos eran los que mejor conocían el camino hasta pasar “la sirga”.


Por un camino asfaltado que sale desde el Albergue cruzamos el río pasando un puente de arquitectura románica y al poco, llegamos a Chodes. Ahí dimos un giro a mano derecha en una de sus estrechas calles para dirigirnos paso a paso hasta donde comienza la escuela de escalada de Morata.


Junto al túnel del tren y dejando a nuestra espalda el famoso puente de roca, delicia de todo escalador experimentado, empezamos a subir por un camino que parte a la izquierda del túnel y que se pierde un poco más arriba convirtiéndose en un sendero oculto entre matojos bajos propios de la zona.


Olores inconfundibles a monte impregnaban las conversaciones que ya hacía un rato surgían espontáneamente entre todos los presentes. Poco a poco sin apenas apreciarlo los tres grupos que habíamos empezado a andar al principio se difuminaban y empezaban a conformar otros grupúsculos cambiantes y variables con el tiempo que nos permitieron conocernos de forma más interpersonal.


El sendero sube, encontrando aquí la pendiente más pronunciada de todo el recorrido, hasta un pequeño collado donde nos reagrupamos todos. Divisamos el río Jalón a nuestros pies cruzando de forma transversal la sierra en la que nos encontramos. Tras bajar hacia la orilla del río vemos que hay que cruzar la desembocadura del río Isuela en el Jalón. Este paso está algo oculto, y por un sendero que se sumerge en la espesa vegetación de Soto cargada de grandes mosquitos nos da la sensación de estar caminando por una selva tropical. Encontramos el paso del río Isuela, es el tronco de un árbol que hace las veces de puente para todo aquel intrépido que, metido en harina, no tema continuar por la pequeña “selva” de cañas, ortigas, zarzas y mosquitos de tamaño increíble.


Salvado el rió Isuela, continuamos por la margen izquierda del río Jalón. El camino que como bien decía Machado (pero esta vez de forma literal) lo hacíamos al andar, transcurre entre espesa vegetación y pequeñas praderas llanas con cerezos y viñas que nacieron de forma improvisada o casual y dispersas por el suelo que pisábamos.


Al poco tiempo llegamos al Azud de Chodes, donde nosotros (la gasolina a medias) habíamos llegado en una ocasión anterior, pero desde la margen derecha.


Justo a unos metros se estrecha el sendero y empieza la zona más complicada o técnica de nuestro recorrido: “ La sirga”.


La sirga es eso, una sirga en la pared del desfiladero que ayuda a los caminantes a salvar este tramo. La clave para pasar de la forma más cómoda posible es tratar de no hacer pulso con los brazos, sino dejarse colgar de ellos sacando el culo y dejando que tu propio peso descanse sobre los pies que apoyan en la pared. De esta forma ir poco a poco avanzando. Tras ciertas maniobras de prevención de riesgos por parte de los Cenefos que muy calurosamente arroparon a las senderistas que se prestaron a ser arropadas para el buen transcurrir de la marcha y, gritos de ánimo y optimismo por parte del resto de personas que estaban ya a salvo tras haber pasado este dificultoso pero divertido tramo (gritos de aliento para siempre registrados en el archivo de vídeo de Cenefos), todos pasamos ilesos y secos hasta la zona conocida en Ricla (termino municipal en el que ya nos encontramos) como “La Luz”. Por ser ahí donde se encuentra una central hidroeléctrica que abastecía de luz a la localidad hace ya muchos años.


Tras unos pasos por la pradera de la margen Izquierda del Jalón, nos encontramos con el puente hecho con traviesas de las vías del tren. Un precario puente por el que aun pasan vehiculos. Cruzamos este puente y de frente la acequia. Seguimos el camino a nuestra izquierda, paralelos a la acequia que nace en el anterior azud nombrado (Chodes). Al poco la central de “La Luz” donde decidimos Almorzar. Ya son las 11:00 y tan solo llevamos 6 kilómetros, no obstante, sabemos que ahora el sendero es mucho más fácil y rápido.


Desde la casa de “La Luz”, parte un camino entre choperas que nos deja en un sendero de ascenso leve por pedregales y que se acondicionó relativamente hace poco tiempo.


Este sendero nos lleva a otro Azud, el Azud de la acequia de “Michen” que nos acompañará hasta que lleguemos a Ricla siguiendo paralela al río. Pronto llegaremos a “Los desfiladeros del Jalón” pasando por “El Palo del Moro” y llegando a Ricla sin complicaciones donde nos reagrupamos en su plaza de toros. Caminando por el pueblo hacia la estación de tren y cruzando esta hasta la cooperativa tomaremos allí el camino agrícola que nos llevará directos a la Almunia y que está asfaltado en su gran parte hasta llegar a la Almunia.


En esta parte del camino ya estaban bien definidos los ritmos y el carácter e idiosincrasia de cada subgrupo. “Cenefos” y parte de “Gasolinos” andaban como alma que lleva el diablo en cabeza de marcha, la otra mitad de “Gasolinos” y “Senderos” conformábamos el pelotón de cola a un ritmo más tranquilo y sosegado. Ya no quedaba nada para llegar a la cervecita deseada en la terraza de la plaza del jardín en La Almunia. Apenas cruzar la Autovía ya se ve al fondo La Almunia y en unos 15 o 20 minutos ya estamos todos con nuestra sonrisa en la cara y nuestra cervecita en la mano.


Lo que viene después es algo que corresponde valorar al resto de grupos blogueros que asistieron, ya que queda muy mal elogiar lo que uno mismo organiza. No obstante, sabíamos de antemano que la comida y su maridaje iban a ser del agrado de de los comensales, “La gasolina a medias” no se arriesga y, contando con Miguel Ángel Mosteo como cocinero y amigo anfitrión del Casino de la Almunia, estábamos más que tranquilos en ese aspecto.


Bromas, risas y anécdotas se dieron cita en la sobremesa que bien regada dio paso a elucubrar sobre el próximo encuentro de la “Peña la Sirga”.


Sólo queda agradecer a todos los asistentes el buen clima que se respiró en todo momento y trasladar el buen sabor que se nos queda después de un encuentro como este. Seguro que cada uno tendrá su vivencia personal del evento, pero está claro que todos coincidimos en que como mínimo una vez al año se ha de repetir.



Aquí podeis ver las fotos del día por Diego y José Carlos.


Parque de la Grajera y la Barranca-Logroño

Sábado 12 de Junio de 2010

Distancia: 18 km.


Altura máx: 389 m.


Altura min: 492 m.


Desnivel acumulado de subida: 125 m.


Tiempo en movimiento: 2:45 h.


Tiempo parados: 20 Min.


Tipo: circular.


Dificultad: muy fácil.


Excursionistas: José Carlos.


Pasaba el fin de semana en Logroño y tenía pensado conocer el camino de Santiago hasta Navarrete y volver por una dehesa de la cual me saque una rutilla bastante llana de unos 35 km, pero al levantarme a las 7, el panorama no era muy alentador, lluvia constante y el cielo más encapotado que con el volcán de Islandia.


Con bastante pereza, y no solo la tenía yo, mi GPS no quiso pillar satélite hasta que llevaba un kilómetro y pico andando, me dirijo desde el centro de Logroño al Parque San Miguel, del cual tomare como comienzo de la explicación, aunque para llegar a él tuve que recorrer un par de kilómetros por la ciudad.


Desde este parque sale el Camino de Santiago de la ciudad, a parte de las marcas típicas del camino, el circuito que al final hago, está marcado para bicicletas como ruta 2 y empalme la ruta 5a, que es la que da la vuelta al Parque de la Grajera y la Barranca.


Este parque está rodeando al embalse, que constituye un humedal. La presa y el embalse se inauguro en 1880, con una ampliación en 1912, el parque en sí fue inaugurado en 1992 con una extensión protegida de 87 Ha y 32 Ha de lámina de agua en el embalse, en 1998 el ayuntamiento adquirió para la ampliación 250 Ha, incluyendo un campo de golf inaugurado en 2003.


Después de la breve historia del parque, me centro en el recorrido, como os decía salgo del parque de San Miguel por el Camino de Santiago, con bastantes peregrinos a los cuales adelanto con facilidad, ya que mi mochila es menos pesada y mi camino de hoy mucho más corto que el suyo, se llega rápidamente y por terreno asfaltado hasta el parque de la Grajera, y una vez en el parque doy la vuelta al humedal por las distintas sendas (realmente son caminos) que el parque tiene marcadas, la senda del deporte, la del agua, la del pantano,… éstas ya no forman parte del camino de Santiago y los lugareños que paseaban por allí me paran y me dicen que me he salido del camino y voy en dirección contraria, les explico mi fin y me aconsejan que suba al mirador encima del club de golf, las vistas son buenas, pero hoy no.


Tras almorzar refugiado de la lluvia, viendo a la gente pescar con paraguas, decido volver a casa, vuelvo por el camino de Santiago y como llego mucho antes de lo esperado, lo mejor que se puede hacer en Logroño es bajarse a echarse una tapa.


Un sitio muy bonito, para pasar una mañana tranquila, acondicionado para la pesca, el golf, varios parquecillos para niños y la tranquilidad de mirar el precioso humedal y toda su fauna y flora, pero no esta mañana que apetecía más quedarse en casa.


Hasta la próxima…

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Corazón de la Sierra de Algairén (tres reyes y cerro del espino)

Domingo 5 de Junio de 2010

Distancia: 14.93 km.


Altura máx: 1188 m.


Altura min: 572 m.


Desnivel acumulado de subida: 666 m.


Desnivel acumulado de bajada: 795 m.


Tiempo en movimiento: 2:48 h.


Tiempo parados: 19 Min.


Tipo: circular sierra de algairen.


Dificultad: fácil.


Excursionistas: David y José Carlos.


Hacía tiempo que David me comento que quería subir por una senda, que él solo había hecho de bajada, a lo que llaman “los tres reyes”, unos grupos de rocas encima de Almonacid de la Sierra, en el corazón de la Sierra de Algairén, entre la zona de Cosuenda (la nevera, mirador de la falaguera) y la de Alpartir (pico buitre, casca alta y baja). Como era domingo, no queríamos alargarnos mucho, decidimos subirla desde Alpartir, pero en vez de dejar el coche en el mismo pueblo, nos quitamos unos 6 km, dejando el coche al final del camino del río, transitado varias veces por nosotros. En este enlace están las explicaciones de cómo llegar, solo hay que seguir hasta el final de la pista, dónde hay un panel informativo y una explanada dónde dejaremos el coche.


Desde el panel, seguiremos la senda del valle de tiernas, que discurre en suave subida por el lecho del río, a los pocos metros encontraremos una estupendo refugio, acondicionada por los amigos de la butrera, una senda recuperada “senda de Valdelavar” y un poco más adelante el desvío de la fuente de la teja, seguiremos por el sendero del lecho del río, dejando estos senderos para otro día.


En poco menos de kilómetro y medio, entre exuberante vegetación, saldremos a una pista y nos encontraremos el primer cartel de los innumerables que veremos hoy de “propiedad privada prohibido el paso”, esta es la propiedad de benedi, vamos a bordearla por senderos, pero las pistas le pertenecen, así pues siempre que veamos uno de estos carteles en esta zona, tendremos cerca un sendero marcado con pequeñas flechas de madera, que nos indican por dónde continuar.


Tras pasar la pista, y tomar el sendero, la subida se endurece, a mi me cuesta calentar y David me marca un paso constante que me cuesta seguir al principio. Subimos entre la densa vegetación de la zona por un bonito sendero, que no tiene prácticamente descansos. En media hora desde la pista, nos encontramos con una de las vallas de la finca de benedi, a partir de este punto, girando a la izquierda, vemos marcas de P.R., es la P.R.Z-15.1 Cerro del Espino, que viene desde el Raso de la Cruz en Cosuenda, aunque en ese momento no lo sabíamos.


Paramos en la valla para beber y hacer un descanso, la arrancada fue un mazazo, una cuesta de unos 70m con un fuerte desnivel que nos dejo clavados, una vez remontada el sendero nos conduce por debajo de los tres reyes, no era exactamente el recorrido que hizo David, pero como está bien marcado continuamos por allí, encima de nosotros los tres reyes y debajo todos los barrancos que llegan a Almonacid con unas magníficas vistas.


En 20 minutos desde la valla, y descendiendo suavemente, llagamos hasta un cruce de caminos, estos caminos llegan desde Almonacid, pero el sendero gira 90º a la derecha para remontar hasta la altura de los tres reyes, esta todo perfectamente marcado. En el giro vemos como se pone la cosa, una brutal subida de unos 20 minutos, que tenemos que hacer prácticamente de puntillas y que nos hace sudar la gota gorda mientras tiramos de riñón. El sendero nos deja en una cruz en la que se lee “Cosuenda 2007”, e interpretamos que es el cerro del espino, estamos a la misma altura que los tres reyes, que quedan a nuestra derecha y vemos perfectamente la caseta del mirador de la falaguera y la antena del puerto de Aguarrón al otro lado.


Paremos a comer algo y sin perder mucho tiempo, ya que el suave aire, con la sudada que llevamos nos está dejando fríos, comenzamos a bajar dirección Cosuenda por el sendero, es una rápida bajada que nos animamos a hacer trotando, las piernas te lo piden, el sendero sale a una pista, dónde vemos ya los postes nuevecitos de la parte de la Sierra que corresponde a Cosuenda. En este punto me doy cuenta que he perdido mi palo, repasando las fotos, se que lo he perdido entre la valla de benedi y la cruz del cerro del espino, no era nuevo, pero estaba bien, tras sopesar volver, decido que no merece la pena ya que no sé el punto exacto y hay demasiada subida y bajada para buscarlo, así pues si os animáis a hacer la ruta podéis llevaos un palo de regalo.


Siguiendo las indicaciones de los postes iremos en dirección “collado del tío francisco”, el collado es el punto dónde hay un poste con 3 indicaciones “P.R.Z-15 Raso de la Cruz”, “P.R.Z-15.1 Cerro del espino” y “P.R.Z-mirador de la falaguera”, NO tomaremos ninguna de estas direcciones, hay un cuarto sendero sin marcar (pero se ve perfectamente) dirección E, que sale del mismo poste. Este sendero baja por el recorrido de río tiernas, que nace en este punto, nos conducirá de nuevo a las pistas de la finca de benedi, la bajada es espectacular, David me cuenta cuando la subió con un palmo de nieve y con lo deprisa que bajamos, debido al desnivel, no me quiero imaginar subirla así.


Como os decía en unos 20 minutos volvemos a salir a la pista de Benedi, esta vez la transitamos, aunque te vean no te suelen echar, a no ser que están cazando, pasamos por delante de una de las edificaciones de la finca dónde se puede leer “explotaciones atalaya s.a.” o llamada caseta del mosomero, como popularmente se le conoce, y en 5 minutos, desde la finca, llegamos a la entrada del primer sendero, que desandaremos para llegar al coche en unos 20 minutos.


La vegetación esta tan cerrada que debo tocar alguna ortiga, porque se me pone el brazo rojo como un pimiento. Nos refrescamos en el río, sobretodo mi urticaria y tras estirar al lado del coche, llevamos a cabo el antojo que le entro a David en el trascurso de la ruta, comernos un par de huevos fritos en su terraza con pan recién hecho, el broche final para una mañana perfecta. Seguiremos descubriendo rincones de esta sierra y seguiremos contándooslos.


Hasta la próxima…

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